Este proyecto nace de la idea de trabajar lo conocido en deporte desde las bases y procedimientos de la investigación artística con objetivo principal plantear relaciones directas entre la práctica deportiva, en este caso trail running, y especulaciones artísticas que durante el proceso de trabajo tomaron cuerpo como registro de la acción en fotografía, video, escultura, sonido, instalación y ensayo. El discurso que arropa esta investigación esta ligado a pensamientos filosóficos, interés personal y la intención de llevar a lo real y físico la experiencia estética que conlleva la práctica del trail running, el cuerpo en movimiento y la naturaleza.

Desde el comienzo de este trabajo, Azul que corre, el recorrido que ha conllevado mi interés por el tema de correr me ha llevado a investigar en muchos campos, desde lo concreto: el cuerpo humano en movimiento, site specific, procedimientos técnicos de trabajo con material audiovisual de diferentes tipos, edición y creación de contenido.
Sinceramente, ya desde el primer día, decidí sumergirme en el proyecto sabiendo que trabajaría una idea desde muchos puntos de vista sin un objetivo material concreto, es decir, el hecho de trabajar desde la idea de investigación en un tema en particular me ha llevado a descubrir nuevas maneras de trabajo, que personalmente nunca había experimentado antes. Siendo la pintura mi práctica habitual, el hecho de enfrentarme a una práctica tan amplia con muchas herramientas de trabajo ha sido muy emocionante ver los diferentes resultados que he ido obteniendo a lo largo del proceso, tanto resultados físicos en forma de contenido visual como vídeos e imágenes como también reflexiones conceptuales sobre el proyecto.

A la hora de ponerle cara y cuerpo al proyecto no sabría que etiqueta ponerle ya que no solo se basa en imágenes o fotografías. Azul que corre es un proyecto multidisciplinar que ha desembocado en diferentes medios y coge diferentes formas. Ha sido la excusa para investigar en el campo de la acción y los tantos modos que se pueden usar para registrar esa acción de correr. El proyecto en sí todavía no lo doy por acabado, ya que creo que todavía hay muchas más cosas por probar e infinitas posibilidades de convertir todo lo aprendido en contenido, pero para la asignatura de Laboratorio B aquí dispongo algunos de los resultados que creo que mejor reflejan las cuestiones planteadas a lo largo del proyecto.



Ha sido de gran provecho, para mi experiencia en lo referido al arte, unir dos prácticas que para mi son de gran valor: el arte y el deporte. Gracias a infinitas charlas con compañeros de trabajo decidí que era hora de juntar varias cosas que estaban dando vueltas en mi vida. Hacía tiempo que quería insistir más en trabajar con imagen, en el concepto más amplio de la palabra. Tenía mucho interés en encontrar una excusa bajo la cual poder hacer fotos y darle mil vueltas a un tema llevando esas imágenes también al campo de la instalación, escultura y la experimentación con diferentes herramientas, como han sido el uso de diversos medios de captura de imágenes con cámaras GoPro, gimball, producción/mezcla de sonidos y la edición de videos.

Correr en arte me parecía ya una idea lo suficientemente amplia sobre la cual investigar, tanto su razón en sí, como las diferentes maneras de las que podía sacar provecho de esa acción y de su registro.
El planteamiento del trabajo, más en concreto, la razón de ser de mi relación con la práctica de trail running y lo que me lleva a registrarla y a trabajar con ella parte del pensamiento filosófico que plantea Sócrates en El Banquete, donde expone la cuestión de -donde reside el conocimiento- y la existencia por la transferencia. Esta teoría afirma que el conocimiento, algo no tangible y conceptual, reside en la transferencia del mismo. Es decir, el conocimiento como tal existe gracias a que es transferido de una persona a otra. Existen dos partes, el que sabe y el que es sabido, y entre estas dos partes es donde reside el conocimiento. En este pensamiento también se comenta que lo mismo sucede con el amor. El amor, según esta teoría, también existe por su transferencia, entre un amante y un amado.

Tras estudiar este pensamiento he visto una similitud en mi intención de registrar la acción de correr. Esta teoría ligada a mi proceso de trabajo, se materializa en la idea de que el hecho de correr, nosotros corriendo, es una acción oculta o inexistente para los agentes externos, y es gracias al registro que se legitimiza como verdad, por ende es entre nosotros donde reside. Dando lugar también al pensamiento de existencia por transferencia, el correr en un site specific natural alejado de lo civil y urbano, existe gracias a su transferencia a través de la imagen a un público espectador. Logrando de esta manera convertir una -no cosa- en una -cosa de arte-, desde donde una acción escondida como en este caso correr en el monte, se vuelve cierta y verdadera cuando es capturada por la cámara aceptando el diálogo directo entre lo que es puro y lo es intervenido, un registro subjetivo de una acción en específico.

Si no lo veo no lo creo, si no lo creo - no existe. Azul que corre existe porque lo veo.







Camilo Tonon, 2021

Correr en arte: investigación sobre acción y registro